La reforma de la Ley de Outsourcing en México (en vigor desde septiembre de 2021) prohíbe la subcontratación de personal y solo permite la subcontratación de servicios especializados o de ejecución de obras especializadas que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante de la empresa contratante.
En este artículo analizamos las nuevas obligaciones para todas las empresas contratantes y los prestadores de servicios especializados, así como las sanciones por incumplimiento.
Objetivos de la nueva Ley de Outsourcing
El 1 de septiembre de 2021 entró en vigor la reforma de la Ley Federal del Trabajo de México, introduciendo nuevas obligaciones en materia de outsourcing. A grandes rasgos, esta modificación prohíbe la subcontratación de personal, es decir, que ahora ninguna Empresa puede poner a empleados propios a trabajar en beneficio de otra Empresa con el mismo objeto social.
La reforma de la Ley de Outsourcing en México pretende:
- Regular el outsourcing o subcontratación a excepción de aquellos servicios u obras que no formen parte del objeto social ni actividad económica de la empresa contratante.
- Imponer el registro obligatorio de subcontrataciones, acreditando el cumplimiento de obligaciones laborales, fiscales, y de seguridad social.
- Evitar abusos y violaciones a los derechos del trabajador.
- Eliminar la evasión de impuestos y reparto de utilidades, y cumplir con obligaciones patronales.
- Endurecer sanciones en caso de incumplimiento: estas pueden llegar hasta a 4 millones 481,000 pesos o 3 años de prisión por fraude fiscal.
- Establecer plazos de la reforma: las empresas mexicanas tuvieron 3 meses para regularizarse, y deberán actualizar su registro cada 3 años.
¿Cómo afecta la reforma de la Ley del Outsourcing a las empresas?
Existen nuevas obligaciones para todas las empresas que presten servicios especializados y estén inscritas en el REPSE, incluyendo:
(a) Actualizar su registro en el REPSE cada 3 años e inscribir cada una de las actividades que presten como servicios especializados con sus clientes;
(b) Establecer contratos por escrito con las empresas contratantes, especificando el número de registro de la actividad que corresponde en el REPSE, así como el número aproximado de trabajadores que prestarán el servicio al cliente;
(c) Facilitar periódicamente a los clientes la información requerida por la Ley del Impuesto sobre la Renta y la Ley del IVA, para que puedan deducir los pagos que realicen por concepto de la subcontratación de los servicios especializados y acreditar el IVA que se les traslade por dicho concepto; y
(d) Actualizar cada cuatro meses al IMSS y al INFONAVIT con toda la información y documentación prevista en la Ley del Seguro Social y en la Ley del INFONAVIT.
¿Qué empresas tienen que darse de alta en el REPSE?
Para las empresas que prestan este tipo de servicios, la reforma de la Ley de Outsourcing de 2021 estableció la obligación de inscribirse en el Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE), padrón a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Para poder registrarse, estas Empresas debían acreditar que cumplían con sus obligaciones en materia fiscal y de seguridad social. Este padrón es público y las Empresas deben renovar su registro cada tres años.
¿Controlas si tus prestadores de servicios cumplen con sus obligaciones legales?
Con la reforma de la Ley de Outsourcing, muchas empresas contratantes tienen que controlar el cumplimiento normativo de los prestadores de servicios. Para evitar responsabilidades solidarias, sanciones y multas que pueden llegar hasta a 4 millones 481,000 pesos o 3 años de prisión por fraude fiscal. Esto ha hecho que se incremente la carga administrativa y laboral en los departamentos laborales.
Existen plataformas digitalizadas que automatizan las tareas de gestión documental con los prestadores de servicios.